Las cartas de vinos para restaurantes, aparte de ser una de las tarjetas de presentación del local, es un valioso instrumento de venta y marketing, por lo que debemos cuidarlas al detalle.

Hasta tal punto esto es así, que si ofrecemos una elaborada gastronomía y nuestra carta de vinos no está a la altura o no tiene una cuidada presentación, la imagen de nuestro negocio va a perder muchos puntos.

Diseñar las cartas de vinos para restaurantes precisa tiempo, conocimiento y asesoramiento de un buen sommelier. Por eso, desde Selección XXI, como distribuidores de vinos hemos elaborado un catálogo que es un fiel reflejo de nuestra trayectoria y experiencia profesional y ofrecemos un servicio de diseño y confección de la carta del restaurante con el asesoramiento de sommeliers para la elaboración de una carta equilibrada a la medida de las necesidades del local.

Cartas de vinos para restaurantes: Criterios a la hora de elaborarla

Público objetivo

Debemos tener claro cuál es el público objetivo de nuestro negocio, teniendo presente el poder adquisitivo del cliente, cultura, inquietud por el vino, nacionalidad, rango de edad, etcétera, de forma que podamos determinar exactamente en qué orden organizaremos la carta, y cuál será su contenido.

Organización de las cartas de vinos para restaurantes según la tipología

La organización se puede realizar de distintas formas, aunque la base habría de ser la tipología de vinos.

Por una parte, se acostumbra a presentar los vinos empezando por los blancos para finalizar en los dulces (pasando, en orden, por rosados, tintos nacionales, tintos internacionales y cavas y Champagne).

Una vez estamos en la tipología, el orden de los vinos más frecuente y el más comprensible es ordenarlos por zonas y en cada zona por intensidad del vino.

Esto facilita la elección del vino por la parte del cliente y la labor de quien toma nota de la comanda, el cual puede realizar una recomendación de una misma zona.

Actualización constante

Una carta de vinos no debe ser jamás estática y se debe llevar a cabo una rotación para, de esta manera, ajustar poco a poco el producto ofrecido a la demanda real por la parte de nuestra clientela.

Sin bien, debes tener en cuenta que en toda carta de vinos hay determinados caldos que, aunque van a tener poca rotación deben estar, puesto que le dan prestigio a exactamente la misma (siempre que nuestro público objetivo tenga el perfil de consumo de esos productos).

Menos, es más

A todos nos gusta tener una carta extensa de vinos, sin embargo, sencillamente es mejor que esté bien elaborada y no sea demasiado amplia.

Esto es una forma de conseguir una oferta reducida y congruente, a la altura de las necesidades de nuestros clientes.

Incluye la información necesaria

Hay que tener en cuenta que el amante del vino acostumbra a ser una persona experimentada y conocedora del mundo de los caldos.

Por esta razón, es esencial que la carta de vinos refleje determinados puntos que, aunque pueden estar de más para ciertos clientes, siempre y en todo momento van a ser bienvenidos.

Así deberíamos acompañar nuestra carta con el máximo de información posible:

• Nombre de la bodega.
• Género de crianza (a fin de que nuestro cliente pueda entender las diferencias entre Crianza, Reserva y Gran Reserva en lo que se refiere al coste).
• Denominación de Origen.
• Uva con la que está elaborado cada vino.
• Tiempo de crianza
• Información sobre el precio de cada vino, preferiblemente ordenados de menor a mayor.
• Detalles sobre la ficha de cata.

Este último punto puede ser de gran ayuda sobre todo en restaurantes que carecen de sommelier.

Esas pinceladas sobre sus notas y matices pueden hacer decantarse a un usuario experimentado por un género de vino u otro, o bien sencillamente guiar a un amante del vino más inexperto en la elección perfecta.

Cartas de vinos para restaurantes alineadas con la cocina

Se trata de un aspecto de lógica y que, no obstante, en muchas ocasiones pasa inadvertido en el momento de crear una carta de vinos para un restaurante.

Nuestra selección de caldos debe estar alineada con las particularidades de nuestra cocina.

De exactamente la misma forma que si nuestro restaurante está en una zona vitivinícola no vamos a poder eludir incorporar caldos de esa tierra a nuestra oferta.

La experiencia del cliente.

Pese a que hayamos desarrollado con mimo y cuidado nuestra propuesta, es esencial guiarnos por el mejor de los críticos que no es otro que el usuario.

Nos va a ayudar a saber cuáles son los fallos y los aciertos de nuestra oferta (o, lo que es exactamente lo mismo, cuáles son los vinos con mayor rotación y los de menor consumo).

La carta tiene que estar bien compensada, ofertando vinos de diferentes denominaciones de origen, de diferentes costes y de distintos tipos y añadas: vinos blancos jóvenes y criados, secos y afrutados, vinos tintos jóvenes y criados, tradicionales y modernos con ciertas marcas de moda.

Si no dispones de la figura de un especialista en vinos en la plantilla de su restaurante ¡Podemos ayudarte!

En Selección XXI somos conscientes del valor que poseen una buena carta para tu restaurante.

Nuestros sommeliers pueden ayudarte a diseñar y confeccionar una carta de vinos equilibrada, a la medida de las necesidades de tu negocio. No dudes en consultarnos.